Primero pensaba permanecer pizpireta, partir pronto para poder pasar por porteadora.
Paró Penélope, paró para pernoctar paupérrimamente.
“Perros, pendejos paramilitares, putos pitufos preparados para picotearnos por pensar”, pronunciaba Penélope.
Para pobre, pocilga, pasó por Panadería Platense. Prosiguió presurosa perpendicularmente para perderlos, precavida.
“Parias, pendejos!”, permanecía pensando Penélope Pérez Poltromieri, poetisa, peronista, por peso pequeña, por pensamiento pesada, por patria, poscrita.
Pecosa, parece pilla, perspicaz pintora, practica piromancia, politeísta, puede pegar pedradas, pero pelea por pintar plebe, plutonio, París piquetera, pontífices porcinos, Pinochet pudriéndose.
Porta pinceles, pancartas, palabras.
Presiente proximidad…
Pronto, ¡pillada!
¡Pegan, pegan, predadores pegan, paramilitares pegan, piquete, protesta, puños, pimienta!
¡Pum, pam, pum! ¡Primates programados propinan paliza!
Penélope pronuncia pocas palabras. Pero pirañas pistoleras pisotean, proporcionando pistoletazo penetrante por periostio pulverizando pituitaria…
Posteriormente prensa progresista publica:
“Plomo policial para pintora, Penélope Pérez Poltromieri,
postulada para premio por póstumo poema.”
*Este cuento es una manifestación de amor y solidaridad con las personas valientes de la hermosa Argentina, que enfrentaron la cruel embestida fascista de 1976. A ellas y a ellos: Los dinosaurios van a desaparecer.
Deja una respuesta